"-Total, a alguien tendrás que contarle, antes o después, la verdad. Lo dijo despacio, con fatiga, porque nunca había creído que la verdad sirviera para nada. "

viernes, 6 de abril de 2012

contestación a mi propia contestación

Acabo de encontrar una carta -de esas que nos enviamos de vez en cuando- que nunca llegué a enviarte.
Está fechada un tal trece de enero de dos mil once.
Y es un poco... Bueno aquí está


13 · Enero · 2011 
Carta a una amiga
He decidido que no podía dejar pasar este trece para escribirte. Para empezar, porque he descubierto que es un buen número. Bonito, primo e indivisible. Porque nadie le tiene en consideración y he decidido adoptarlo bajo el seudónimo de "minúmerofavorito". Porque los pares están muy vistos y aquello del martes trece (o viernes) cada día se parece más a mi.
La segunda razón es porque voy en contra del mundo (y esto es lo primero que habrás pensado) y porque me apetece llevar la contraria; y también tienes razón.
Además, mañana Estefatrufa cumple diecinueve tacos.
El segundo en París.

Te recuento un poco todo, porque creo recordar que la carta que recibiste estaba algo desfasada:
En Noviembre decidí deshacerme de todos mis rastrojos de pensamientos y meterlos en la lavadora, tirarlos por la ventana o hacer algo con eso que no dejaba hueco para nadie más. Así que intenté que no pasase de Noviembre. Entré en Diciembre con frío en los huesos y un hueco en el pecho. Días y días intentando pensar en algo más. Dormía trece horas diarias porque no me podía mantener en pie. Y no podía encontrar las ganas de leer ese libro que me regalaste.

No sé si has tenido la sensación de tener que borrar algo de tu vida alguna vez pero yo lo necesitaba. Lo borré todo, incluido las ganas.
"No sé que me pasa. Que no estás tú. Que te estoy borrando de mi vida y se me van las ganas contigo." 
Así que pasé Diciembre con un frío interno y dos mantas que no abrigaban el corazón. 

Pero ahora es Enero: Año nuevo, vida nueva, no? 
Pues eso.

Sigo metiéndome en los mismo líos por no cerrar la boca a tiempo. O por ser inoportunamente oportuna. 
Intento controlar mi impuntualidad (algo realmente característico sobre mi persona) pero que tarde o temprano tendré que superar. Y aunque tenga que destrozar algo de mí, prefiero que sea temprano.

He escrito páginas y páginas que voy publicando progresivamente -la angustia de Diciembre sirvió para algo, aunque sólo fuera para escribir-. 
Y como puedes observar he empeorado mi caligrafía (cosa que no logro comprender).

He comprobado como hay personas que no aceptan la pura verdad (a la cara, sinceramente y con mi "estupenda" bordería) 

Estaría encantadísima de viajar contigo a Francia. 
La verdad es que tengo unas ganas horribles de alejarme de esta ciudad y me vale cualquier sitio. Y Francia me parece el lugar más idóneo, sin lugar a dudas, para escaparme de aquí. 
Pero no puedo contestar un sí rotundo.

Siento decirte que he dejado tristemente que las masas me arrastren y ahora estoy inmensamente sumergida en el mundo del internet, cosa que detesto y, por supuesto, intentaré cambiar: Escribiendo cartas.

Pero no leo. Creo que hay demasiado internet en mi reloj (monstruoqueabsorbemitiempo)
Y la única cosa que leí -fuera del instituto- fue Irlanda de Espido Freire, que me recomendó Bibi. El argumento no me acaba. Voy por la mitad. E intentaré voltearla de alguna manera para ver si puedo acabarla... O cerrar y devolver.

Cinematográficamente hablando tengo una buena lista de películas para ver, aunque sabes que siempre acepto alguna sugerencia. La última que recuerdo haber visto es "Habitación en Roma", no es horrible, pero creo que no estoy acostumbrada. 

Lo próximo que quiero leer, siempre y cuando el reloj me lo permita, es algo de literatura Rusa o a Salinger (el del "centeno") 

Hacía tiempo que no sabía de ti y aunque quiero saber más lo consideraré un pequeño adelanto.
Y sobretodo, hacía tiempo que no te leía! 
Qué gusto! 

Creo ser las únicas del mundo que siguen con esto de las cartas, aunque sea por no darles la razón a las nuevas tecnologías.

Quiero saber de ti pronto.
T'estima la teua amiga.
N.







Lo leo ahora y me parece una novela antigua que jamás llegué a escribir. No me parece yo. No recuerdo todas esas cosas. Supongo que por eso empecé a escribir. Para recordar.

Lamentablemente sigo queriendo leer algo ruso, y a Salinger. Pero creo que después de Irlanda me sumergí en Firmin (de Sam Savage) que no se aleja del todo del loco de Salinger (jo, pero el del centeno, es inigualable). Ah, claro, y el que me regalaste -que me dejó con sabor a poco, por cierto- (Cartes Perfumades, de Carme Miquel). Y desde entonces he ido tomando prestados varios: Quim Monzó me parece un tío guay. (Mil Cretins) y no recuerdo que más leí por entonces...