"-Total, a alguien tendrás que contarle, antes o después, la verdad. Lo dijo despacio, con fatiga, porque nunca había creído que la verdad sirviera para nada. "

viernes, 26 de diciembre de 2014

Comosiempre y amiqué

- Hola...

-  Hola. ¿Cómo estás?


- Bien, bueno. Como siempre. 

(Como siempre qué asco.  Yo me levantaría la piel con las uñas si escuchase un "como siempre".  Qué terror que no pase nada mientras no dejan de pasar cosas. Que cambie todo sin cambiar nada. Como siempre de mal.  Como siempre de llena de quieroestarsola y mejormañana. ¿Se habrá dado cuenta de mi comosiempre? ¿Habrá dejado de respirar ante el peso de aquel siempre?  ¿O tal vez ha recurrido a la cotidianidad de la expresión y sólo calla por si añado algo a la escasa descripción de mi estado? Yo qué sé)


- ¿Tú qué tal? 

(Y a mí qué. Y a mí qué tú. Y a mí qué tu qué y tu quién y tu cuándo. Y a mí qué importancia me sugiere tu mediocre suceder de tus mediocres acontecimientos. Y a mí qué me importa tu trabajo dictador y tus amigos calcomanía y tu felicidad de me conformoconpanduro y tus preocupaciones de guardería)

... 


lunes, 8 de diciembre de 2014

Porque sé que no eres tú, pero quiero que tú también lo sepas.

"Quizá soy demasiado intensa cuando no debo. Y me afecta lo más insustancial y lo más importante me resbala. Pero la distancia me grita que no puedo intervenir por mucho que quiera, me dice que hay palabras que se cansan tanto por el camino que acaban no llegando nunca, y yo sólo me lo creo a veces. 

Necesito algo que no sé si tú puedes darme, pero quiero tener la opción de poder elegir hasta donde quiero descubrir(te) y llevarme el chasco si no es (o eres) así. Gratuitamente no acepto los ojos empañados, por que no. 

Mi problema es el no mantenerme en esa aburrida línea recta de la que se enorgullecen los señores de maletín, y sé que si esto hubiera sucedido en un día de esos es los que hago bailar el mundo incluso habría sonreído por el hecho de que se te hubiera pasado el llegar a pensar que serías capaz de olvidarme. 

Soy mucho de pensar en qué es lo que pienso y eso me lleva a la conclusión de que a veces hasta yo misma me creo las historias que escribo, por que sé que en realidad no eres tan importante. Y por eso escribo un "tú" con el que podrías corresponderte a veces, porque quiero que lo seas y tengo miedo de ser capaz de engañarme para conseguirlo. 

Como nunca me rindo, no sé cuando debo parar y el límite de otras personas se me queda demasiado cerca de la línea de salida.  Tampoco pienses que quiero aprender a tirar la toalla porque no, ni de coña. 
Realmente no sé qué es lo que quiero que pienses, porque no sé qué es lo que pienso ni qué es lo que quiero pensar. Y si me meto demasiado en mí misma para descubrirlo solo encuentro verdades encalladas en hielo que se me olvidan la mayoría de las veces. 
Y se me olvida que en realidad no importa(s), que todo se reduce a una cosa básica y todo fluye. Pero no lo recuerdo y me noto vacía a ratos.

 Hace tiempo que perdí la mesura (si es que algún día la tuve), y a veces me veo a mí misma como un huracán que lo destroza todo. Siempre he preferido arrepentirme de haber hecho algo a arrepentirme de no haberlo hecho, por eso esta falta de oportunidad me molesta tanto. 

Porque sé que no eres tú, pero quiero que tú también lo sepas.


- rockandrolldelaluna

lunes, 29 de septiembre de 2014

No eres tú, soy dos.

No me mires así. Ni me pongas esa cara de error. No sé por quién me has tomado. Sí sé por quién te he tomado yo. Y por eso no quiero engañarte. Es lo último que querría hacer contigo. Porque ahora sé que no eres tú. Ahora sé que soy dos.
No eres tú, soy dos. La que ha logrado meterse en tus pantalones y la que no pretendió hacerlo. La que pone toda la carne en el asador y la que siempre se guarda algo para el congelador. La que sólo quiere dormir a tu lado y charlar toda la noche y la que sólo pretende acostarse contigo. 
La que siempre te habla del futuro y la que jamás creyó en él. La que se conforma y la que te inquieta. 
Equilibrista y funambulista. Domadora amaestrada y lobo feroz. La que encuentra lo que quería y la que sólo conoce el verbo buscar. La que se fascina con tus virtudes y la que cada vez detecta tus defectos con mayor rapidez. A la que emocionas y a la que decepcionas exactamente por las mismas razones. 
Ambas soy yo. Por eso no soy capaz de disfrutar del equilibrio. Por eso nunca hallaré la paz. Es como quedarse e irse a la vez. Como salir de todas partes cada vez que se entra. Como decir hola y escuchar adiós. Como follar para hacer el amor. Como crecer sin aprender ni a despedirse, ni ná de ná.
No eres tú, soy dos. Y no es que una fuese más mía que la otra. Ni más real. Las dos fracasan cuando la otra triunfa. Las dos se odian, se aman, se necesitan y en el fondo lo que más desearían en este mundo es que la otra le dejase amar.
No puedo darles consuelo a la vez, pero no los puedo dejar de querer. Las dos me han dado los mejores momentos de mi vida. Y las dos casi me lo quitan cuando ya creía estar bien. Y si algún día una muere, la otra me matará.
No quiero engañarte. No pararán hasta que nos acaben separando y queriéndonos mal. Si me vas a querer, conozcámonos los tres. O los cuatro. 
Artículo retocado. De Risto Mejide. 
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/eres-soy-dos-articulo-opinion-risto-mejide-3147670

miércoles, 30 de julio de 2014

Coraza

¿Sabes esa coraza que te costó tanto destruir? 
¿Sabes esa sonrisa que llevo en la cara cuando sé mentir?
¿Sabes como ando por las nubes cuando creo que puedo convercer-te/-me de cualquier cosa? 

Que puedo conTODO.
Que miento a quien se ponga en mi camino.
Que juego el papel que quieras que juegue. 

El que quiero jugar.
Que puedo. Que sueño. Que me siento invencible. 
Que no podrán conmigo. ¡No pasarán! 

Si juegas 
yo pongo las reglas. 
Vale todo,
menos decir la verdad.

La verdad está sobrevalorada. 



Gracias a esa estrella que he vuelto. 
Espero que no seas fugaz.


___________
Anoche me admitieron que mentía de maravilla y creo que jamás he tenido tanta RAZÓN. 

miércoles, 16 de julio de 2014

SINTIGO

Probablemente leerás esto en unos diecisiete o diecinueve días. Pero quizás este es el medio que tengo para comunicarme contigo dónde sé que saborearás mis palabras y las dejarás resonando por un instante en tu cabeza. -O así quiero creerlo- 

Es curioso, todo lo que digo-hablado, tienes una idea que parece contradecirla, algo que hace que mis palabras sean sólo viento. Aire. Y que no importe.
Y, sin embargo, te tomas mucho tiempo en saborear palabras-escritas en un retaco de papel. O en un papel virtual. Esas parecen llegar a alguna parte. 


No hace mucho me dijiste "¿Desde cuando tú siempre tienes la razón?". Es curioso, lo descubrí algunos días antes:
-DESDE SIEMPRE. 
Y ese mismo día descubrí que si no lo había descubierto antes era por tu enORme ombligo. Tu seguridad parecía comerse la mía (lo hizo, de un bocado, un diminuto bocado, pocos días después de conocerte).

Creo que a veces lo expresan mejor que yo:





SINTIGO

Mi vida contigo fue bonita. La tengo encarcelada en caligrafía redonda, en las páginas de la libreta que me sirvió de diario durante un año de aventuras a la inglesa. Pero creo que mi vida sintigo tiene potencial para convertirse en libro. Y es que sé que voy a necesitar muchas libretas…
Sintigo es mi mayor contradicción: empieza sin ti pero acaba contigo. Y si no vuelves, eso significa que no termina nunca.
No recuerdo nuestro último beso. Y estoy segura de que tú tampoco. Pero ambos recordamos el primero. Miedoso. En aquella habitación, donde nos convertimos en los reyes de las primeras veces. Todo era nuevo contigo. 
sintigo, todo me sabe a viejo, a usado. 

Era evidente que el mejor método para superarte era escribirte. Así empezó todo. Intercambiando escritos. Compartiendo la afición. Descubriéndonos entre palabras. Así continuó todo, escribiéndonos, en plural, desnudándonos bajo la manta, la del estampado hortera que nos vio creer. Y así debe acabar todo, convirtiéndonos en tinta. Inmortalizándonos. Porque a pesar de lo que digan, a pesar de lo que digas, contigo fue algo bonito, algo muy mágico y muy nuestro. Algo que no se repite todos los días, ni todos los años, ni todas las décadas,… ni siquiera todas las vidas. Algo que quiero tatuar en palabras. Algo como para escribirnos.
Siempre te dije que éramos los antagonistas perfectos para protagonizar nuestra novela particular. Sí, he dicho perfectos. Porque nuestra perfección estaba en todas esas meteduras de pata, en los quiero y no puedo, en cada bajada de la montaña rusa.
Pero la gasolina se acabó. Decidiste fugarte a otra realidad, demasiado estrecha para dos, demasiado lejos de donde queríamos estar. Por eso me escribo. Te escribo. Nos escribo. Y quién sabe. Conociéndome, probablemente te mande esto, un día cualquiera en medio de un ataque repentino de nostalgia, o en un impulso para borrarme la etiqueta de escritora frustrada, o quizás, en el mejor de los casos, en forma de sintigo permanente, de capítulo final.
Para decirte que ya te he superado.

Fdo: Anónimo
Publicado por Café Desvelado
Aquí: http://cafedesvelado.com/2014/04/01/sintigo/



Quiero recordarte que tienes una libreta que no es tuya, sino mía (aunque la hayas hecho tuya también)

sábado, 5 de julio de 2014

X

No seré breve 
porque no quiero ser dos veces nada

¿Quién serás? 
La puerta de bienvenida, el látex, el inconformismo, las confesiones, los sueños, la distancia.



¿Quién era yo además de tu único defecto? 
La que te hacía poner caras. La que sabía que tenías las alas rotas de un pájaro que se cayó del árbol




Me tengo que ir.- me digo a mí misma- Me tengo que ir.- te digo ahora a ti- 



Me despido porque me dijiste adiós en el primer beso, porque quererme siempre te supo a derrota. 



Tal vez si no hubiese puesto tanto esfuerzo en odiarte, o tú tantos ceros en querer; yo me habría dado cuenta de que no había mejor manera de morir y tú ya habrías perdido la cuenta. 





Mi libreta, quiero mi libreta. Mi mundo. ¿dónde coño tiraste el mundo? y cualquier tipo de estupidez que en algún desorden de consciencia se me hubiera ocurrido darte. 
Devuélveme los domingos, que son míos. Y las mañanas de los lunes, que estoy muerta de sueño. 
Cuando vengas, no olvides coger las últimas quinientas noches. No me has dejado dormir ninguna de ellas. 
Los dos últimos años de mi vida te los puedes quedar. Creo que viviré mejor sin ellos.


El Sexo de la Risa
Irene X 


domingo, 15 de junio de 2014

Francamente

He decidido -o decidí en su momento- ser franca.
Ser-te. 
Por eso, en parte, tienes una libreta que es tuya a medias. 

La sinceridad y la franqueza son tan amigas que a veces se oponen. 
Conocí a la franqueza en persona y jamás me imaginé que pudiera tener nombre masculino. Y decidí que puestos a mentir, decir la verdad es más difícil y la mayoría de veces escuece el doble. 

Se me da tan bien mentir...
que tengo que cambiar de juego para hacerlo divertido. 


Corrijo
No fue la primera vez que te vi.
Fue en enero-diciembre-febrero con un frío de la ostia
en pantalón corto y chanclas
leyendo un libro 
ocupando mesa y media 
y al carajo todo 
decidí que eras raro
lo suficientemente raro

Y te jodes. Sé que leerás esto. 

domingo, 11 de mayo de 2014

jamás se trató de ustedes.

Las personas de las que escribo nunca han querido que lo hiciese. Les detesta. Odian que escriba acerca de ellos. 
No se dan cuenta que en realidad me des-cribo a mi. 
Yo. Siempre. yo. 

Perdonen, jamás se trató de ustedes. 

lunes, 10 de marzo de 2014

SOS capítulo VI

Suposo que jo ja escrivia en valencià molts anys enrere (bé, no tants, la meua vida no es massa llarga com per a caminar massa d'anys, això es una cosa que vaig descobrir fa ben poc).
He tornat a obrir el llibre. Aquell llibre amb les tapes negres que vaig escriure per tú. 

¿Cóm es que cada persona es troba representada pel color del llibre escrit en aquell moment? 
El teu era negre, com els teus ulls. Ara ja no es amarg. Te somriures entre les pàgines. 

Cada vez que releo aquel libro me acuerdo de aquel verano de dos mil diez inundado de piscina. Me acuerdo de sus ojos. Marrones oscuros, casi negros; que atravesaban el alma con solo una mirada. Me acuerdo de esa sonrisa. Del buen despertar de las mañanas que yo no soportaba. Me acuerdo que soñaba con que se parara el tiempo a las tres de la tarde. Con que no llegasen las ocho. 


catorce de agosto de dos mil diez
Carta a una amiga
Es la persona más odiosa, borde y cabrona que he conocido jamás.
No sabes lo mucho que se parece a mí. Lo insoportable que puede llegar a a ser.
Siempre había creído que no sosportaría a alguien como yo. Ahora tengo la certeza de ello. ATRACCIÓN FATAL: Odiosamente repulsivo y jodidamente excitante.




Se n'anà un trenta-ú d'agost.
Se n'anà per no tornar. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Amar a Chendler Bing

El otro día entré en una tienda. La típica tienda de tonterías. De regalos. Me topé con una pareja de adultos. Bueno, más adultos que yo. Pasarían los treinta y cinco. Los cuarenta?
No me hubiera fijado en ellos si no fuera porque ella no hacía más que reírse. Reírse de él. Él ponía todos los cronómetros de cocina para que sonaran a la vez.
Yo había perdido la fe. La fe en el ser humano. Entero. Todos. Todas. Fuera de mi fe.
Y él ponía los cronómetros de cocina para que sonaran y ella no podía parar de reír. Yo me reía con ella (pensé en que era una genialidad!) 
No pude dejar de pensar en que eso era lo que quería. Que alguien envejeciera, pero que no se hiciera mayor. REIR. 
¡Basta de tipos serios! 

Y recordé a Chendler Bing. 

miércoles, 1 de enero de 2014

E mayúscula

Siempre pensé que no te merecía.
Tú me mirabas con esos ojos color cocacola que rebosaban sentimientos. Y que no logré comprender. 
Me soportabas siempre.
Siempre.
Esto tampoco lo entendía. Era porque me mirabas con esos ojos. 
Y yo quería quererte. Pero no sabía. Y sabía que no podía hacerlo. 
Yo no merecía esos ojos. 
Alguien que no puede querer... no puede merecerlos. 

Empecé a quererte el día que me llamaste para decir que me dejabas. 
Ese día me dí cuenta de todo lo que perdía. 

Podría haber ido a por ti. Intentarlo. 
Pero merecías algo mejor. Alguien que te mirara con esos ojos. 

Ahora tienes esos ojos. 


no leerás esto 
pero dejarme habrá sido lo mejor que habrás hecho nunca.
Me alegro mucho por ti
y por esos ojos que te miran ahora
como yo no supe mirarte