Tú me mirabas con esos ojos color cocacola que rebosaban sentimientos. Y que no logré comprender.
Me soportabas siempre.
Siempre.
Esto tampoco lo entendía. Era porque me mirabas con esos ojos.
Y yo quería quererte. Pero no sabía. Y sabía que no podía hacerlo.
Yo no merecía esos ojos.
Alguien que no puede querer... no puede merecerlos.
Empecé a quererte el día que me llamaste para decir que me dejabas.
Ese día me dí cuenta de todo lo que perdía.
Podría haber ido a por ti. Intentarlo.
Pero merecías algo mejor. Alguien que te mirara con esos ojos.
Ahora tienes esos ojos.
no leerás esto
pero dejarme habrá sido lo mejor que habrás hecho nunca.
Me alegro mucho por ti
y por esos ojos que te miran ahora
como yo no supe mirarte
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