"-Total, a alguien tendrás que contarle, antes o después, la verdad. Lo dijo despacio, con fatiga, porque nunca había creído que la verdad sirviera para nada. "

sábado, 28 de diciembre de 2013

Yo no jugaría


Tal vez esté en lo cierto. Y siempre vuelvo porque sé que soy más fuerte. 
Tal vez porque sepa que el día en que cierre la puerta no vas a poder entrar. 
Tal vez deje la puerta entreabierta para dejarme sitio al volver. 
Quizás sepa que cuando yo diga "basta" no volverás a verme y entonces sólo digo "manzana" que no significa nada y así puedo volver. 

Tal vez no quiera creer que sea débil. Que el miedo me impide abandandonar(-te). A ti. A esto. 
Tal vez sea que en realidad no puedo hacerlo y siempre acabe volviendo. Con las orejas gachas. El rabo entre las piernas. 

Sé que tomo decisiones débiles. Que incumplo la mayor parte de las veces. Esperas que sea por mi irracionalidad. Yo imagino que porque prefiero tenerte a no. Aunque el 'no' venga acompañado. 


Pero yo no jugaría. 
Porque una vez tomé una decisión y van 11 meses y 29 días. 
Y era biología. 










- Un día ocurrirá. Te lo digo ya. Un día me iré. Correré rápido. Quizás al principio no te des cuenta pero me habré ido. Y debes hacerme volver. Traerme de vuelta. Porque sino entonces ya me habré ido y no volveré. 

- Lo haré, te traeré de vuelta. 

domingo, 20 de octubre de 2013

On the Road


"- Neal y yo estamos embarcados en algo tremendo. Estamos tratando de comunicarnos con absoluta sinceridad y absoluta totalidad todo lo que tenemos en la cabeza. A veces estamos dos días en vela para llegar al fondo de nuestra mente. Nos sentamos en la cama, con las piernas cruzadas, frente a frente. Al fin he conseguido enseñarle que puede hacer todo lo que quiera.
Neal está 'colgado' de ese tipo de cosas. Y entre una y otra, viene volando a verme por el asunto que aún tenemos entre manos.



El programa es el siguiente: yo he salido del trabajo hace media hora. Neal está follando con Louanne y me da tiempo para cambiarme de ropa. A la una en punto pasa corriendo de Louanne a Carolyn y folla con Carolyn, y me da tiempo a mi para llegar a nuestra cita de la una y media. Sale conmigo y nos venimos aquí a hablar hasta las seis de la mañana. Luego a las seis, vuelve con Louanne; mañana va a pasarse el dia entero de un sitio para otro para conseguir los papeles del divorcio. Louanne tiene muchas ganas de divorciarse, pero mientras tanto insiste en seguir follando. Dice que adora su enorme polla; lo mismo dice Carolyn, y lo mismo digo yo."



- Allen Ginsberg 
On the Road, Jack Kerouack

jueves, 13 de junio de 2013

Con la misma facilidad con la que tu te sorprendes, a mi me entra una angustia terrible. 
Es angustia de mundo. Es querer vomitar y no poder. 

sábado, 25 de mayo de 2013

Nunca pude decirte adiós.

Jamás me ha asustado el fin de las historias porque jamás he pensado que tenían un final. No creo en los finales. Ni en las despedidas. 
El cuento siempre continúa. 

Nunca me han gustado las despedidas. De hecho, siempre he intentado no tropezarme con ninguna en mi vida. Hasta hoy.Conseguí la fórmula para saltarme las despedidas. Y lo conseguí. 
Hasta hoy.

No me gusta la palabra 'adiós'. Adiós en mi filosofía se le dice a alguien que se distancia o se echa cortando lazos. 

Hace mucho que sé que no volverás a mi vida. Que, no sé porque, estableciste una barrera inquebrantable entre el destino, tu y yo. Y que por alguna  extraña razón esa barrera se hace algo más débil en las vías del tren y a veces nos tropezamos. 
Y hace mucho que sé que no quieres tropezarte conmigo. 

A pesar del tiempo que haya pasado, cada vez que bajo a las vías y voy algo dispersa, en mi cabeza algo me dice que puede ser el día, el momento, que me hace estar atenta a ver si tu destino, como otras veces, te pone ante mi. Eso nunca sucede, por supuesto, el destino (la experiencia me lo ha enseñado) sólo hace casualidades. Y lo terrible de las casualidades es que nunca te las esperas, así que enseguida sé que no será ese el día. El momento. 



Creo que despedirme de ti es la única forma que existe de crecer. 

Adiós.
Déjame crecer. 

Hormonas.

Sólo somos eso. 
Sólo fuimos eso: Hormonas. Invadieron el espacio. Los milímetros. 
Sabes porque no quise tocarte el primer día que te conocí. Era premonitorio. (Me conozco)
Tu me chocabas la mano y no me dabas dos besos cada vez. Manteníamos unas normas que establecimos sin hablar. 
Creamos (creé) una barrera que saltamos, pasamos, sin límite de velocidad. 
Y ahora somos eso. 
Y tengo miedo. Miedo? Porque no se me da bien. No sé enfrentarme a esta situación. Tu me miras con ojos verdes, diciéndome que todo es genial, que todo está bien. Y somos hormonas. (Yo soy algo más realista y te sonrío con un "esta bien"  y no es cierto.)
Cualquiera puede ser hormonas. 
Yo no quiero ser hormonas. 
No para ti.
No para nadie. 
No quiero quererte en hormonas. 
No quiero pensarte en hormonas.
Saltaré desde el ventanal si hace falta. Huiré a ver la nieve sin ti. 
El mar. Huiré. 

No quiero ser hormonas. 

lunes, 13 de mayo de 2013

enorme

Espero darte un abrazo enorme de aquí a diez años cuando llevemos años sin vernos y forcemos al destino por volver a unirnos. Lo he sentido pocas veces pero realmente eres una de esas personas a las que quiero mantener siempre cerca.

Espero poder darte ese abrazo del que ahora no soy capaz. 




eternidad en un beso


Tengo en mis manos el beso más eterno que nunca me han dado.
El más real y tangible.

domingo, 7 de abril de 2013

escribir(-te)


Seis de diciembre de dos mil diez 

Quería escribirte y decirte que ya dueles un poco menos, que a pesar de todo lo que he pasado estas últimas semanas me ha servido para quitarte de mi cabeza a ratos.
Que hay alguien, alguien que me ha ayudado a superarte, que no tiene prisa, que me espera -dice que lo hará siempre, aunque yo sé que no- y está, siempre está. Saca esa sonrisa interna que llevaba tanto buscando, esa paz y tranquilidad de saber que hay, que está.
Y no pensar en ti. Creo que es la primera vez en cinco meses que no he pensado en ti, a ti papa noel te ha devuelto a casa y a mi un poco mas de cordura -que me estabas volviendo loca, todo el día dentro de mi- 

Me dabas esa fuerza que no olvidaré jamás: esas ganas de vivir y comerme el mundo.
Me volviste un poco más de como ya era (mala, enrevesada) y te necesitaba aquí conmigo, no siempre, solo un poco más, para acostumbrarme.
Y no me dejaste.
Desapareciste.
El entuerto ya está hecho, soy más mala, más enrevesada. No se si es bueno o malo. Malo, por supuesto. Tú no estás, y yo dejo de ser yo.
Para convertirme en otra persona, más buena y más... como todas...


Me apetecía escribir algo bonito y agradable pero no es realmente lo que tengo dentro. Son como dos mundos, opuestos y complementarios.
Como aquello de apretar un botón.
Agradable y dulce.
Desconfiada y borde.

Sigo sin confiar en nadie. -por encima de mi cadáver!- pero agradable y divertida. Comerme el mundo un día y perderme al siguiente. Puedo jugar a dominarlos a todos tanto como necesitarlos. 
Frustrante e incorregible. 
Bueno, yo no lo quiero cambiar, tal vez, la parte nueva -a la que todavía no me llego a acostrumbrar- aquella de NECESITAR de querer y todas esas bobadas.

Vuelve joder! y arráncala! 

jueves, 28 de marzo de 2013

vengo... todas las mañanas


Todas las mañanas vengo de no hacerte el amor,
de necesitarte toda la noche, 
de no desayunar-te.

Con la cabeza perdida entre dos mundos: uno sin ti, el otro sintigo.
Vengo, todas las mañanas, cansada de no hacerte el amor toda la noche. De utilizar mi insomnio para imaginarte durmiendo a mi lado: 
Y aun así, ya lo ves, lo primero que hago es darte los buenos días




Texto adaptado
http://laultimavezqueterobeparis.blogspot.com.es/2013/03/cxix-todas-las-mananas.html

jueves, 28 de febrero de 2013

Cardiomiopatía hipertrófica


"La cardiomiopatía hipertrófica es una enfermedad del miocardio en el que una porción del él se encuentra hipertrofiado o engrosado sin causa aparente. Esto puede dificultar la salida de sangre del corazón, forzándolo a trabajar más arduamente para bombear sangre o incluso puede que el corazón no se llegue a relajar y por tanto, a llenarse. 
Es una de las causas de muerte súbita cardíaca en cualquier grupo de edad. Famosa por la afectación en atletas jóvenes."


Ella tenía el corazón más grande que he conocido jamás. Un corazón que no habría cabido en sus diminutas manos. Yo una vez lo vi. Ella estaba abierta por la mitad y se le paró. De repente. 
Ella solía decir que su mente y su corazón iban por caminos distintos, que a veces se intentaba salir del pecho por grandes contracciones, y a veces se quedaba parado sin saber que hacer. 
Era como si tuviera que estar pendiente de que no se le olvidase el corazón en alguna esquina. 

miércoles, 27 de febrero de 2013

Su lugar


En el borde de la piscina con los pies cruzados a la altura de los tobillos y las gafas sin poner los observaba en su vaivén de movimientos. Lo adoraba. Y del mismo modo era su peor enemigo. En un transcurso de tiempo había dejado de ser su aliado, para enfrentarse a ella. 
Ahora el agua se había vuelto en contra suya y le hacía los días nublados.
Ella solo quería divertirse.
Y allí estaba, en aquella piscina dónde años atrás, los entrenes largos habían formado parte de la risa de aquel día. Aquel siempre fue un lugar al que recurrir los días nublados. Ya no. 
Ahora los ojos temblaban cada vez que se zambullía y la falta de aire era constante. 
Seguía mirándolos desde fuera porque se sabía incapaz de seguirlos. 
"Volveré a hundirme" 
Sus ojos los seguían tras cada brazada. Y se preguntaba cómo había llegado a angustiarle su propio medio. Su lugar. Aquel lugar. 








El miedo más poderoso de cualquier nadador es morir ahogado.

martes, 5 de febrero de 2013

Felicidá

Imagino que yo no fui feliz. Pero tampoco pretendía serlo. Antes de saltar me detenía en el instante antes de alcanzar el vuelo. Creía que la condición de que aquellos seres que volaban no dejaba margen para escribir, que las palabras sólo rebosaban si estabas negro por dentro. Lo sigo creyendo.
Pero lo creo del modo en que los últimos dos meses (me atrevería a decir que tres) dónde ni siquiera yo sabía donde estaba, tampoco facilitó escribir. Ni fotografiar. Ni pintar. Realmente no facilitó nada. Y era consciente. Soy consciente. Así que creo en el punto intermedio.
Es cierto, no soy feliz. Pero tampoco pretendo serlo.
Y tampoco en el amor incondicional. Ese es de los perros. De los delfines. Y de los bonobos.



jueves, 10 de enero de 2013

dos



Somos los dos unos muertos de hambre, sin autoestima ninguna y regalamos amor al primero que nos haga caso. Así nos va

domingo, 6 de enero de 2013

frío

Tengo el corazón frío. 
El alma vacía. 

La nada. 
Así es imposible escribir
Vacío. 
Negro. 

Ni siquiera un atisbo de abismo en la perspectiva.