"-Total, a alguien tendrás que contarle, antes o después, la verdad. Lo dijo despacio, con fatiga, porque nunca había creído que la verdad sirviera para nada. "

viernes, 4 de septiembre de 2009

Despedida

Se despidió de ella, con un largo abrazo.
Hubiera pasado la vida así, atada a ella. Tenía que irse. A mil trescientos kilómetros.
Un mechón de pelo resbaló por su mejilla y los brazos de ella parecían apretarla ahora con más fuerza. No queria que ella la viese llorar. Y cerró los ojos en un intento por contenerse. La besó en la mejilla, la miró a los ojos. Era la chica más guapa del mundo; pero eso no pensaba decírselo, jamás. Se acercó. Y a la oreja, como un susurro, la verdad más verdadera:-te voy a echar de menos.. Le dio un beso, en la misma mejilla. Con sus manos alrededor de su cintura pensó en quedarse allí. Con ella, no necesitaba más.- me tengo que ir..- yo también.. te voy a hechar de menos.
Pensó en todos los besos que faltaban por darle. Todos los que había guardado, durante meses, sólo para ella. Y que ya no podría dárselos. Que se le iban a podrir esperando que alguien los reclamara. Pero a ella parecía darle igual que se fuera. Que le faltaran besos, y que le sobraran abrazós para mí. La miró por última vez, con los ojos apunto de explotar y se fue. Sin mirar atrás, por que sabía que ella no la iba a hechar de menos. Y durante los siguientes trescientos treinta y siete dias no volvió a verla, ni a escucharla, ni a saber por un instante que era de ella. Y no pasó un solo día que no se acordara de ella, de los paseos que dában y de como se reía de él.

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