He decidido mirarme de reojo,
cortarme los puntos débiles a punta de dedo
y detonarme.
A ver si así vienen a contarme
dónde me he dejado.
porque se me ha olvidado
el camino de vuelta.
Nunca he sabido olvidar lo que me duele,
y mucho menos lo que me hizo feliz.
Así que me he escapado de mi misma
para ver si acabo por encontrarme.
Yo tenía que decírmelo.
No hay suficiente mar para quien cree
que el agua sólo se mueve si tu te quedas.
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