Ocho de septiembre de dos mil doce
Y en singular es la pregunta que siempre me hago al salir de tu casa. ¿Cuánto habré dormido?
Se pasa el tiempo. Fugaz. Entre algún bostezo, un par de intentos de conversación racional que rayan lo irracional y el medio millón de cosas que decimos y no acabará en ninguna parte; El sueño y las medias cabezadas interrumpidas por un "¿Duermes?"
- No, aquí estoy.
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