Supongo que debería de daros las gracias. Pero no sé por donde empezar.
Siento la necesidad de agradeceros como os habéis portado conmigo, como me "acogisteis" sin pedir permiso.
Qué habría hecho yo este año sin vosotros?
Vuestras risas y sonrisas, chistes a las ocho de la mañana, y sobretodo vuestro temple que tanto me tranquiliza.
Grácias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario